Las espardenyas se fabrican usando una lona de algodón fuerte con una sola cuerda de esparto, cáñamo o yute, y se cosen con hilo de algodón. Sin embargo, durante la Guerra Civil, como había escasez de alpargatas en las tiendas, las mujeres catalanas fabricaban alpargatas caseras a partir del caucho de los neumáticos de los vehículos, y el resto se acababa de ganchillo.

En Cataluña, desde la Edad Media, la espardenya se ha llevado con cordones largos atados alrededor del tobillo, o sin ellos. Hay diferentes tipos según el color utilizado y la disposición del tejido. Se utilizaban en el campo para trabajar, pero también para bailar o pasear. Por su ligereza, también fueron utilizadas por las tropas de la corona catalano aragonesa. Todavía hoy, forman parte del uniforme de gala de los Mossos d´Esquadra.

Ahora, como siempre, la espardenya es un calzado de moda que conjuga la tradición con la modernidad. Así, hoy en día podemos ver alpargatas tanto en las fiestas mayores de nuestros pueblos como en los ambientes de moda más urbanos.